5. Father John Misty – Pure Comedy

Josh Tillman quería darnos una ópera rock a partir del planteamiento de una especie que ha de sobrevivir con medio cerebro. Así, a priori, fácil no parecía. El resultado es un disco excesivo, con las canciones más largas de Father John Misty; un homenaje al Mistycentrismo que tenía todas las papeletas para salir muy mal, pero que no deja de basarse en los principios básicos que han hecho a Father John Misty uno de los mejores compositores y, sobre todo, intérpretes, del siglo XXI. Pure Comedy vuelve a contar con la mano supervisora de Jonathan Wilson, que imprime la misma elegancia en la producción de sus anteriores discos y evita que la tendencia de Tillman a lo barroco lo arruine todo.

 Salvando excentricidades como los 13 minutos de ‘Leaving LA’, Pure Comedy vuelve a situar a Father John Misty en el grupo de los privilegiados. ‘Pure comedy’, ‘Total entertainment forever’, ‘Ballad of the dying man’ o ‘Smoochie’ descubren al mejor Josh Tillman, el que juega como nadie ahora mismo con las baladas y se mueve con soltura entre el sarcasmo, la acidez y la seducción.