Después de petarlo en 2015 con su anterior trabajo To Pimp a Butterfly, las miradas estaban puestas en lo que Kendrick Lamar se sacaría de la manga para su nuevo disco. Impredecible y brillante, el de Compton es indiscutiblemente el actual rey del hip hop. Y con el estreno de su nuevo tema advierte de que probablemente el trono real también se le haya quedado pequeño. Primeros tres segundos del vídeo de «HUMBLE.» y ahí lo tenemos: un Kendrick Lamar papal. Tiene pinta de que el vídeo va a ser de todo menos humilde («humble«, en inglés).

Como las letras de sus canciones, el vídeo es un choque entre lo divino y lo mundano. Salpicado de referencias religiosas, desde esa impactante bienvenida pontificia hasta la reconstrucción de La Última Cena de Leonardo da Vinci (Lamar, por supuesto, ocupando la silla de Jesús), el americano ironiza con el imaginario hiphopero de mujeres-dinero-y-coches a base de delirantes escenas en bicicleta, en la peluquería o jugando al golf rodeado de cemento. Y critica la falta de autenticidad cuando se abusa de la imagen de mujeres perfectas sin estrías en las nalgas.

El vídeo resume a la perfección la letra de esta canción musculosa y de ritmo minimal, con varias escenas para el recuerdo, como la del mar de calvos o la de las cabezas llameantes. Visuales imaginativos con los que Dave Mayers se ha forjado una reputada carrera como director de videoclips. Buena muestra de ello son sus trabajos para los temas «I Just Wanna Love U (Give It 2 Me)» de Jay Z o «I’m better» de Missy Elliot. Comparte las tareas de dirección junto a Meyers el propio Kendrick Lamar, que aquí firma como The Little Homie, y que, como en el resto de su carrera, gusta de retener su cuota en poder en todas las decisiones artísticas.

¿El resultado? El que será sin dudarlo uno de los vídeos del año.

No es que Kendrick Lamar sea un advenedizo en esto de acompañar sus canciones con enormes vídeos de imágenes impactantes. Si quieres pasearte por su videografía, puedes empezar por aquí.